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Hay muchas maneras de gestionar una empresa. Está la que en KAOS BUSTERS llamamos la de «la vieja escuela» (presión, rendimiento extremo, jornadas eternas, y en general el «por mis *******») o la forma KAIZEN de hacer las cosas. Nosotros, lógicamente, apostamos por la segunda.

Ahora bien, no todo el mundo opina como nosotros. Allá ellos, porque resulta que está científicamente comprobado que una persona es mucho más productiva sin estreś, angustia o presión. Sí, es verdad, a veces un poquito de presión (la normal, la que se te pone cuando se acerca la fecha de entrega) puede incluso venirnos bien, pero lo que pasa de cierto nivel no es presión, es compresión (lo siento, soy ingeniero y a veces me lleva la pasión).

Y sí, cuando las personas están satisfechas, realizadas con su trabajo, se sienten valoradas y pueden expresarse con libertad (sin miedo a equivocarse, o mejor, al juicio por el error) son infinítamente más productivas.

De hecho, las empresas que invierten en programas de conciliación, o que establecen jornadas de trabajo flexibles y finitas (que es lo contrario de infinitas, no es que estén delgaditas) han comprobado que han recuperado con creces dicha inversión en forma de un aumento de la productividad.

Porque KAIZEN lo tiene claro: la productividad no es un fin, sino la consecuencia de algo mucho más complejo y difícil de gestionar, las personas.

Solo sobrevivirán las empresas que piensen en las personas

Empresas de personas, empresas de futuro

Ahora bien, esto no es nada fácil, y es necesario que las empresas sean valientes, comprometidas y que tengan una estrategia clara de «cuidado» de sus trabajadores. Las personas somos complicadas, estamos hechas de emociones y sentimientos, algo que escapa del mundo de la empresa (tan concreto y pragmático) para entrar en lo subjetivo y en el incandescente reino de la amígdala.

Piénsalo: nos empeñamos en cuidar de nuestros cientes (hasta ahí podíamos llegar)… ¿y nos olvidamos de los trabajadores? No tiene ningún sentido, cuando son los trabajadores los que atienden al cliente.

El mundo está cambiando a la velocidad de la luz, y en particular el mundo de las empresas. Ya no vale pensar en el trabajador (ni en el cliente) como un número. Ya no vale con hablar, hay que comunicar. Y por supuesto no vale con vender, hay que conectar. Y eso pasa por tratar a las personas, justa y llanamente, como a personas.

5 consejos TOP para incluir a las personas en nuestro objetivo empresarial

Todo esto está muy bien, pero, ¿Cómo podemos ponerlo en práctica? Pues como ya te he dicho no es fácil, pero sí posible. Para ello, te propongo algunos consejos:

1. Formación: la formación es fundamental para que las personas crezcan, ganen en confianza y en capacidades. Aumenta la motivación y ofrece a las personas la posibilidad de generar valor. Para que la formación sea una inversión para la empresa, debes realizar un PLAN DE FORMACIÓN KAIZEN, que consiste en generar indicadores de formación, medirlos y asegurar los resultados.

2. Matriz de policompetencias: es indispensable saber qué capacidades tiene tu equipo, y también qué carencias, y suplirlas. A veces las personas no se atreven a decir cuáles son su debilidades, lo que acaba siendo un lastre. Con esta matriz, podrás saber dónde dirigir tus esfuerzos en formación o en cualquier otra carencia operativa.

3. Cultiva el error positivo: uno de las mayores frenos a la hora de gestionar personas es la comunicación, que se enquista especialmente a la hora de abordar el error. En una empresa centrada en las personas, el error es una oportunidad de mejora, y no una carnicería a lo «LOS ODIOSOS OCHO». Si nadie tiene miedo a equivocarse, se cometerán menos errores. Garantizado.

4. Comunicación: la (mala) comunicación es la madre de todos los problemas. La subjetividad, la mala interpretación del lenguaje verbal y no verbal y las cargas de cada uno originan tensiones y conflictos. Trabaja una comunicación fluida en tu equipo, basada en el respeto, la empatía y la amabilidad. Sé amable, my friend. Amable y simpático. Vas a flipar con lo que se consigue.

5. Liderazgo KAIZEN: el líder kaizen no se pone medallas, no busca el bien propio, sino el del equipo. Es honesto (hace lo que dice y dice lo que hace) y define bien las funciones y tareas de cada uno. Un buen liderazgo es la clave para un equipo de PERSONAS bien construido.

¿Y tú? ¿Qué opinas? ¿Te parece que las personas deben estar en el centro? Si quieres saber más sobre nosotros (que también somos personas, pero poco) reserva una cita online y te contaremos lo que necesites saber sobre KAOS BUSTERS.